Hacía muchos años que no me dejaba caer por Madrid en diciembre y, "¡cuánto te has hecho de rogar, pero qué bonita luces!" fue la frase que pasaba continuamente por mi mente en cada paso que daba por el centro de la capital.
Las calles llenas (llenísimas) de gente que venía de todas partes de España anunciaban que la Navidad está a punto de llegar al reunir a tantas personas en zonas tan emblemáticas como la Plaza Mayor y la Puerta del Sol para ver el típico mercadillo y el árbol que decora el lugar donde se celebra la entrada del año nuevo.
A pesar de que fue solo un día, me llevo grabadas todas las imágenes hasta la próxima vez que vaya, espero que no tenga que volver a esperar tantos años para verla de nuevo así.
Al contrario que para mucha gente, el otoño es una de mis estaciones preferidas (seguido de la primavera) y por eso me encanta salir a buscar motivos que lo representen y fotografiarlos, sin embargo, hay un problema, vivo en un lugar donde a 19 de octubre sigo usando manga corta con una prenda finita encima, así que parece que el otoño todavía no termina de llegar porque apenas algunos árboles se han teñido de tonos marrones.
De todas formas, hemos aprovechado para ir a una casa de campo de unos amigos y allí he retratado algunos animales (me encantan, no lo puedo evitar ♥) y los pocos elementos otoñales que he encontrado.
