El pasado domingo salí a pasear (también aprovechando que era el Corpus) e iba yo tranquilamente andando por la calle con mi cámara colgada cuando reparé en algo.
Sobre una pared de una casa había dos margaritas, perfectamente colocadas (tal y como salen en la foto, no las toqué) y me hicieron sonreír. No sé si alguien las había colocado allí a propósito o si estaban allí por alguna razón en especial, pero me pareció un detalle tan bonito que no dudé en fotografiarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario